1/26/2010

los hijos que se quedan en la casa de los padres...

la diferencia con la cultura Argentina, pàrece ser mas la situación economica que diferencia de criterios. los jovenes en Argentina tambien postergan hasta el límite la salida de la casa familiar y regresan a ella por dificultades economicas, problemas en sus nuevos relacionamientos o porque facilita la vida y mantiene fuertemente los vinculos  familiares.

Elisabetta Piqué . Corresponsal en Italia. LaNacion.com

ROMA.- ¿Una ley para obligar a los famosos mammoni italianos a salir de casa a los 18 años? .

¿Darles a los jóvenes 500 euros mensuales, que se les sacarían a los jubilados, para ayudarlos a despegar del nido materno?. Semejantes propuestas, salidas en los últimos días de boca del ministro de Administración Pública, Renato Brunetta -pero rechazadas por el propio gobierno y criticadas por todos-, reavivaron en Italia el eterno debate sobre el fenómeno de los denominados mammoni o bamboccioni . Es decir, esa más que consolidada tendencia made in Italy de los hijos de no abandonar el hogar familiar hasta, en muchos casos, los 40 años. Demasiado tiempo.

"Obligaría por ley a los hijos a salir de casa a los 18 años", disparó Brunetta hace una semana, al comentar en una radio la polémica sentencia de un tribunal de la ciudad de Bergamo, que condenó a un padre a pagarle los alimentos a la hija de 32 años, estudiante universitaria aún no recibida. El mismo Brunetta confesó que había sido un bamboccione . "Llegué a los 30 años sin saber cómo hacer la cama y de esto tuve mucha vergüenza", admitió. Y hasta consideró que los mammoni son víctimas de un sistema y de una organización social de la que deberían hacer un "mea culpa" los padres. "En Italia existen bamboccioni porque sólo se les dan garantías a los padres, porque las universidades funcionan en un cierto modo, porque los padres mantienen los privilegios y descargan los riesgos sobre los hijos. La culpa, por lo tanto, es de los padres que han construido esta sociedad", sostuvo. Anteayer, Brunetta, que reconoció que lo de la ley para obligar a los mammoni a irse de casa había sido apenas una provocación, volvió a tocar el tema durante un popular programa de televisión. Pero esta vez en serio. Y lanzó la idea de darles a los jóvenes 500 euros por mes, con el dinero de los jubilados, algo que desató una verdadera tormenta política y llevó al gobierno a desmentirlo en forma tajante. "La del ministro Brunetta es una idea totalmente personal", afirmó un seco comunicado oficial.

Más allá de lo que la prensa bautizó como las "propuestas antibamboccioni " de Brunetta, un reciente informe del Istat (el Indec italiano), de fines de diciembre, confirmó que se afianza el preocupante fenómeno de los mammoni . Porque no encuentran trabajo, porque los alquileres son demasiado caros y porque, de todos modos, tampoco están tan mal en casa, donde son atendidos como bebes. En Italia, 7 hijos sobre 10 se quedan en sus casas hasta los 40 años, reveló el Istat. El instituto de estadísticas, que interrogó en dos etapas -primero en 2003 y después en 2007- a 10.000 jóvenes de entre 18 y 39 años, descubrió que, al final, el 72,8% de ellos se quedó en su casa. Sobre 100 que habían afirmado estar listos para irse a vivir solos, sólo la mitad (el 53,4%) cumplió.El informe también dejó en evidencia que los varones son más reacios que las mujeres a irse de casa: entre los 30 y 40 años, en 2003, 4 sobre 10 aún permanecían en el hogar de sus padres, contra la mitad de las mujeres. Y que la mayoría de quienes sí se animaron a dar el gran salto, el 43,7%, lo hizo para casarse.Sólo el 28,1% se fue de su casa porque sentía la necesidad de independizarse. Entre los jóvenes de 18 a 39 años que admitieron que sienten que la casa de sus padres es "un hotel", un 47,8% se justificó al decir que no tenía suficiente dinero para irse. Pero un 44,8% confesó que igual estaba bien así porque "tenía libertad".

"La permanencia de los jóvenes en el seno familiar es uno de los principales problemas del país", sentenciaron los expertos del Istat, que explicaron que los obstáculos fundamentales a la hora del despegue son de tipo económico: el difícil acceso al trabajo y a la vivienda. Se estima, de hecho, que la crisis económica en Italia está castigando sobre todo a los jóvenes, que, a diferencia de sus padres, tiene tan sólo empleos precarios y no están cubiertos por un sistema de bie- nestar social que los protege. El 60% de los desocupados en Italia tiene menos de 40 años. Sin embargo, también hay un elemento cultural muy fuerte detrás del fenómeno de los mammoni . "Los fuertes lazos de sangre han influido profundamente en la organización social de Italia: el 50% de los adultos italianos viven a menos de un kilómetro de sus padres o de sus suegros", indicó Gianpiero Dalla Zuanna, profesor de Demografía en la Universidad de Padua. "Es cierto que muchos jóvenes no dejan la casa paterna porque, como dice el Istat, tienen dificultades para encontrar un trabajo estable y una vivienda", sostuvo Dalla Zuanna, que consideró este motivo una verdadera excusa para los mammoni , que viven cómodamente en casas donde no se les pide nada a cambio. "Si realmente quisieran irse -concluyó el profesor-, muchos jóvenes podrían hacerlo igual, renunciando a una parte de su bienestar."



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