6/14/2004

entusiasmo y aburrimiento

El orígen de la palabra aburrimiento es la expresión latina "ab horrere" (tener horror).
"Aborrecer" tiene el mismo orígen. Como si aburrirse fuera otra manera de percibir aquello que horroriza.
Un amigo me decía "Todo es interesante, lo que se agota es nuestra capacidad de dejarnos afectar, es decir, nuestra capacidad de investigar novedades".
Aunque no parezca, el aburrimiento es un tema fundamental en el análisis de la cuestión social. A veces, cuando las cosas van bien, los seres humanos nos aburrimos, entonces empezamos a meternos con los vecinos, a desear especias raras que sólo se dan en tierras lejanas y que para ser obtenidas requieren el enfrentamiento de mil penalidades. Otras veces inventamos amenazas sobrenaturales para asegurar las emociones que nos faltan. La gente entretenida con frecuencia se queda en su casa sin hacerle daño a nadie: lo trágico de la vida es que en casa la mayoría de la gente se aburre, y entonces proclaman que quedarse en casa es cosa de cobardes, egoístas y malos patriotas.
(Mario Levrero y Fernando Savater)

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