6/09/2007

El final de una carta de amor

Ésa es la base de la nueva instalación de la artista francesa Sophie Calle, que acaba de inaugurarse en el Pabellón francés de la Biennale di Venezia.
"Prenez soin de vouz" (Cuidate) , le dice un señor luego de abandonarla. Y la Calle -la misma artista que se hizo fotografiar por un detective que la persiguió durante una semana para producir una de sus obras; la misma que durante años juntó los regalos de su cumpleaños para armar bodegones fotográficos que luego convirtió en una emocionante exhibición, la mismísima que contó en fotos privadas un loco amor con casamiento en Las Vegas; la dueña de la mejor idea de la novela Leviatán de Paul Auster (al que se la vendió) y de tantas otras cosas- vuelve a poner en juego su vida privada para producir un hecho artístico peculiar.
Sophie no contestó la carta. En una nota escrita por ella misma en la edición de mayo de la revista Art Review Sophie Calle anunciaba su estrategia y personalmente esperaba con curiosidad su nueva obra.
No contestó, decía. Al menos no directamente. Dejó el trabajo en manos de otras.
De este modo, la carta fue reinterpretada por ciento siete mujeres a las que la artista francesa les pidió un análisis de la carta en función de sus conocimientos y profesión.
Lo explica así en el arranque de la muestra: "Me tomé la recomendación al pie de la letra".
Para poder alcanzar una respuesta contundente al (¿desaprensivo, irónico, retórico?) "ciudate" de la carta: juezas, contadoras, sexólogas, actrices, policías, filólogas, maestras de ikebana, cantantes, psicoanalistas, payasas e incluso una bailarina de Bharatanatyam, fueron convocadas por la Calle para dar una respuesta en su nombre y para, mejor, apropiarse de esa respuesta.
La artista las fotografió o filmó y junto a esos registros exhibe también sus comentarios. Estas producciones ocupan todas las paredes del pabellón francés.


"La carta es una historia banal, todo el mundo debe haber recibido una carta así alguna vez. Lo interesante son las interpretaciones de las diferentes mujeres", explicó durante la inauguración en Venecia.
"Yo no tengo una interpretación propia, sino que mi respuesta a la carta sería el conjunto de lo que dicen todas las demás".
Dos preguntas de muy distinto orden:
1-¿Qué se le contesta a quien se despide para siempre con un "cuidate"?
2-¿Es histeria, vanidad, riesgo, contemporaneidad, qué, poner en juego la vida privada de un modo tan abierto en el diseño de una obra?



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