8/01/2007

COSTUMBRES-JÓVENES-PAREJAS-ARGENTINAS-

Las costumbres de las jóvenes parejas argentinas

Nacidos en la década del 70, profesionales y sin hijos. Sus costumbres permiten anticipar y comprender la estructura de la familia del futuro. La UP y una consultora de mercado se unieron para realizar esta investigación.

Casi como una inevitable profecía de los tiempos y sociedades posmodernas, ellos cumplen con exactitud las características que los definen. Es cierto que esas condiciones surgen, justamente, de sus costumbres. Sin embargo, el fenómeno de las llamadas "Jóvenes Parejas sin Hijos" no sólo se registra en nuestro país, sino en la mayoría de las ciudades del mundo. Con sus correspondientes diferencias culturales, al parecer, ellos, los adultos jóvenes nacidos en la década del 70 fueron criados de tal forma y vivieron realidades semejantes que los constituyen con ciertas características comunes.

Quizás sea una cuestión de la globalización, situación que, a esta altura, resulta casi un lugar común. Lo cierto es que otros estudios también analizan esta realidad, la de parejas de doble ingreso sin hijos, DINK, Double Income No KIDS, en su versión inglesa. Con la premisa de aportar un conocimiento enriquecedor sobre la sociedad de la Ciudad y el Gran Buenos Aires, la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Palermo (UP) junto con la consultora Enfoque Retail se propusieron descubrir las costumbres de la vida cotidiana de las parejas jóvenes de clase media sin hijos que fundan los cimientos de la familia moderna argentina.

Para realizar esta investigación de tipo cualitativa, cuarenta alumnos de la casa de estudios se acercaron a más de treinta parejas sin hijos, cuyos miembros tienen entre 25 y 35 años. Compartieron una cena y pudieron contemplar con detenimiento la rutina de los jóvenes en una época en la que las demandas profesionales avanzan sobre su tiempo y las costumbres aprendidas en sus respectivas familias.

La premisa del estudio es que en la actualidad la mayoría de los hombres y mujeres esperan hasta alrededor de los 34 años para casarse. Y que ser exitoso/a en sus carreras profesionales, con un consecuente beneficio económico, resulta fundamental a la hora de proyectar sus futuros.

Según la investigación, el 30% de la población metropolitana representa a este segmento, lo que implicaría, en términos económicos, entre 450 y 600 mil hogares que podrían estar consumiendo entre tres y cuatro mil millones de pesos al año. Se sabe, a su vez, indica el estudio, que estas parejas tienen mayores posibilidades a la hora de consumir que otros segmentos de la población.

En primer lugar, se indica que los jóvenes analizados se distinguen por la inmediatez a la hora de satisfacer sus necesidades de consumo. Con la frase "lo quiero ya" el estudio afirma que la falta de tiempo es el gran rector de sus vidas, debido, fundamentalmente a que se encuentran en la etapa de la vida en que se "afanan por establecerse" en sus respectivas carreras profesionales.

Por ejemplo, evitan ir al supermercado a realizar un abastecimiento semanal o quincenal y prefieren realizar una compra grande al mes. En cambio, eligen el mercado del barrio, el comercio tradicional o un autoservicio a la hora de obtener productos de consumo diario. De acuerdo con la investigación, no suelen probar nuevas alternativas, sino que las marcas que utilizan muchas veces tienen la impronta de la casa de sus padres.

Por otra parte, suelen sentir cierta culpa debido al descuido de su hogar, de su pareja, de sus amigos y familias. El informe señala que esta carencia buscan remediarla con prácticas que los ayudan a bajar el ritmo: la cena como momento de intimidad, la reunión con amigos como espacio de conexión, las películas como momento para compartir con la pareja y otros rituales que construyen juntos.

Por último, los jóvenes investigadores detectaron una diferencia que ya constituye un lugar común a la hora de caracterizar sociedades: el cambio en los roles entre varón y mujer. Ambos pueden o no cocinar, limpiar, hacer las compras, etc.

Otra interesante conclusión destacada por el estudio es la falta de experiencia de los jóvenes en la administración de las tareas del hogar, especialmente, la cocina. Por eso, la investigación sugiere que estas parejas necesitan de "productos solución" que les ofrezcan instrucciones, recetas, propuestas y alternativas rápidas y apetecibles.

De todas maneras, los entrevistados manifiestan la prioridad de cuidarse y comer sano, aunque, según el mismo estudio, lo saludable es más una aspiración que una realidad, debido a que se hace cuando se puede y sólo los días de semana. Con invitados en casa casi todo está permitido y se prioriza el placer sobre la obligación.

Además, en palabras de los investigadores, lo sano no parece estar demasiado definido y se limita a ensaladas de lechuga, tomate y zanahoria. Al parecer, suele asociarse lo saludable con lo light, aunque reserven ciertos momentos con amigos para disfrutar de bebidas alcohólicas y golosinas.

La investigación sostiene que las parejas "ven la vida con optimismo y disfrutan de la aventura de hacerse grandes", es decir que, si bien todos ellos son ya adultos, se encuentran, a mitad de camino entre la adolescencia y la adultez. Esto se refleja en su forma de hablar, en ciertos comportamientos y también en cómo se ven sus hogares en los que, por ejemplo, muebles de diseño clásico comparten su espacio con figuras de Batman o Yoda.

En este aspecto, el informe destaca la cuestión de los muebles. Según los datos obtenidos, armar el hogar forma parte del placer y el tiempo libre con el objetivo de que sus casas se luzcan. De acuerdo con el estudio, es notable la penetración que han logrado los muebles que se adquieren en grandes cadenas de productos destinados a facilitar y solucionar con rapidez la decoración y el equipamiento de la casa.

Uno de los aspectos detectados por el informe es el considerable número de extranjeros que conforman las parejas jóvenes: 1) empleados transferidos por empresas multinacionales, 2) parejas independientes en busca de aventuras antes de que lleguen los hijos, 3) estudiantes realizando estudios de grado o postgrado y 4) solteros instalados en Argentina luego de venir de vacaciones y enamorarse de alguien "local".

Lejos de sus países, los entrevistados añoran costumbres e intentan reproducirlas en sus hogares. La investigación, sugiere, en estos casos que los expatriados son una realidad concreta de la sociedad argentina y que, como tal, merecen ser estudiados, contemplados y considerados a la hora de definir estrategias sociales y comerciales.

Por último, los investigadores, Diego María Llaneza y Nancy Ferrari de Enfoque Retail, y Paula Judkin y Adriana Falcon de la UP, coinciden en señalar, junto con los 40 alumnos entrevistadores de materia "Conocimiento del Consumidor", que las parejas analizadas "son la semilla de la familia argentina", que sus hábitos y costumbres serán trasladados de uno u otro modo a su descendencia y que, por eso, comprender profundamente sus características es el camino para lograr entender la familia del futuro.

Fuente: Universidad de Palermo (UP) - Enfoque Retail

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