11/18/2008

La falta de deseo sexual ya afecta a las generaciones más jóvenes

Cualquiera supone --lo afirma la tradición y lo sostiene a rajatabla el
imaginario colectivo-- que los jóvenes son los que mejor se lucen en la
cama. Los que más disfrutan del sexo, los que más lo practican, los que
menos dificultades tienen a la hora de entregarse al cuerpo a cuerpo y
a la búsqueda de placer. Sin embargo, las estadísticas de los expertos
alumbran una realidad distinta y vuelven mito lo que alguna vez fue
verdad: por estos días, la mayoría de las personas que consultan por
problemas sexuales tiene menos de 40 años.

Según los
especialistas, los jóvenes se han convertido en el principal grupo de
consulta porque las disfunciones sexuales son cada vez más frecuentes
en ese segmento y porque tienen menos pudores y prejuicios para buscar
ayuda (Ver a lo largo de esta nota testimonios recogidos en la consulta
por el doctor Adrián Sapetti). Los principales problemas que llevan al
consultorio son eyaculación precoz y disfunción eréctil, en el caso del
varón, y anorgasmia, vaginismo y dispareunia (dolor durante la relación
sexual) en la mujer. Para ambos sexos, son cada más frecuentes las
fobias y contrafobias sexuales (esto es, el sexo compulsivo e
irreflexivo) y la falta de deseo. Según los expertos, los jóvenes
vuelcan gran parte de su libido en la profesión y el trabajo y viven
inmersos en una velocidad y un nivel de estrés que desvinculan el deseo
sexual a niveles inéditos para una edad en la que --históricamente-- la
vida sexual atravesaba sus mejores tramos.

"El 65% de las
personas que acuden al servicio de Sexología Clínica del Hospital de
Clínicas tienen entre 18 y 26 años", revela el doctor Juan Carlos
Kusnetzoff, al frente del Programa. "Los jóvenes se han convertido en
el principal grupo de consulta desde hace cinco años. Y lo mismo
observamos en la Cátedra Libre de Sexualidad de la Facultad de
Medicina. Cada año, vemos cerca de 1.500 pacientes, de los cuales casi
dos tercios tienen menos de 26". La mayoría son varones y el problema
que más se repite es la eyaculación precoz. "El resto, se reparte entre
dificultades eréctiles y del deseo sexual", dice.

Cuenta
Kusnetzoff que, hasta hace una década, la mayoría de las consultas
también involucraban dificultades de erección, pero en poblaciones
mayores, de entre 30 y 75 años. "No es que los más grandes hayan dejado
de consultar, sino que esta franja disminuyó frente al avance de la
juventud. De hecho, un buen porcentaje de parejas jóvenes consultan
juntos".

El doctor Adrián Sapetti, director del Centro Médico
Sexología y Psiquiatría y presidente de la Sociedad Argentina de
Sexualidad Humana (SASH), también registra esta tendencia. "La consulta
de pacientes de entre 20 y 40 años creció más de un 30% en el último
año, algo vinculado, a mi criterio, al mayor consumo de viagra entre
los jóvenes".

El viagra aparece frecuentemente en la consulta:
"algunos vienen porque están padeciendo una disfunción eréctil y
quieren tomarla; otros porque quieren dejar de usar viagra; y otros
quieren ver si hay algo más natural", cuenta Sapetti. Las fallas
erectivas por ansiedad o por temor al fracaso o a no estar a la altura
de lo que ciertos rankings proponen como "buen sexo" están a la orden
del día. "El principal motivo por el cual crecen los problemas sexuales
en los jóvenes tiene que ver con el consumo temprano y abusivo de
viagra y con la cultura del rendimiento. Esa manera de encarar la
sexualidad aleja del placer y la intimidad. Los jóvenes se sienten muy
exigidos y juzgados y pierden naturalidad. No saben cómo ubicarse
respecto a las mujeres", dice la sexóloga Isabel Boschi, de la
Federación Sexológica Argentina.

Esto deriva, dice Boschi, en otros problemas que ganan terreno entre las sábanas.

"Crecen
las consultas por fobias (evitación de la relación sexual) y
contrafobias (volcarse a una relación sexual sin pensar ni elegir)".
Por falta de educación sexual, los más chicos son presa fácil de todos
los mitos", asegura.

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