Para la mayoría de la gente, internet se convirtió en un servicio tan
imprescindible como el agua y la electricidad, y en algunos casos una
adicción. Síndrome de abstinencia es lo que se siente cada vez que uno
se aleja de una computadora o cuando la conexión se corta
caprichosamente. Una encuesta realizada por Intel –la mayor fábrica de
microprocesadores del mundo– lo demuestra con resultados sorprendentes:
una de cada dos mujeres internautas estadounidenses preferiría no tener
sexo o quedarse sin televisión durante dos semanas antes que perder su
acceso a internet por el mismo tiempo.
Realizada por la
consultora Harris Interactive de manera online dentro de los Estados
Unidos entre el 18 y el 20 de noviembre, la investigación –“Internet
Reliance in Today’s Economy” (“Dependencia de internet en la economía
de hoy”)– registró la opinión de 2.119 personas mayores de 18 años. El
95% respondió algo obvio: el acceso a internet ocupa un lugar
importante en su vida.
Pero hay más números: un 65% siente que
no puede vivir sin acceso a internet y que por eso acumulan gadgets
como notebooks, pads y teléfonos con conexión WiFi para chequear mails,
navegar y chatear al paso.
Lo interesante, sin embargo, fue la
respuesta que dieron los encuestados ante la pregunta “¿elegiría
internet frente al sexo?”: un 46% de las mujeres y un 30% de los
hombres de entre 18 y 34 años dijeron que prefieren abstenerse de tener
relaciones sexuales por dos semanas antes que permanecer sin acceso a
internet por el mismo período. El porcentaje trepó al 52% en el caso de
las mujeres de entre 35 y 44 años, y al 39% en el caso de los hombres
de la misma franja etaria.
La red incluso desbancó a la
televisión: un 61% de las mujeres adultas escogerían dejar de ver tele
por 15 días antes que perder el acceso a internet por sólo una semana.
Los hombres opinan lo mismo: un 58% decidiría apretar el botón de off
en el control remoto antes que abstenerse de entrar en Gmail, YouTube o
Facebook. Es que saben, en definitiva, que desde hace tiempo se pueden
ver películas y series en la red, ya sea online o descargándolas.
Y
más. Internet barre con aquellas actividades hasta ahora consideradas
básicas para el público de una clase media más o menos acomodada.
Cuando se los motivó a calificar ciertas actividades en una escala de 1
(completamente superfluo) a 5 (no se puede vivir sin ello), el acceso a
la red obtuvo el primer lugar, por encima de la televisión por cable
(elegida sólo por el 39%), salir a cenar (20%), comprar ropa (18%) e ir
al gimnasio (10%).
Para nueve de cada diez adultos
estadounidenses (un 91%) la vida es mejor gracias a internet. Tanto en
lo afectivo (un 78% advierte que aumentó su capacidad de permanecer en
contacto con sus amigos y familiares) como –y sobre todo– en lo
económico: un 47% manifestó que son capaces de gestionar sus finanzas
mejor gracias a internet por medio de actividades tales como banco
online y pago de facturas; un 84% ahorró plata comparando precios
online y encontrando las mejores ofertas antes de inclinarse por un
producto o servicio; un 64% ahorró dinero comprando online y un 65% se
vio beneficiado con cupones, descuentos o promociones especiales de
internet.Como en todo sondeo, tanto porcentaje marea. Aun así,
esta lluvia de porcentajes ratifica una hipótesis sobre la cual pocos
internautas reflexionan: además de cambiar las formas de leer y
escribir, la red de redes alteró para siempre la manera de pensar y de
elegir prioridades
imprescindible como el agua y la electricidad, y en algunos casos una
adicción. Síndrome de abstinencia es lo que se siente cada vez que uno
se aleja de una computadora o cuando la conexión se corta
caprichosamente. Una encuesta realizada por Intel –la mayor fábrica de
microprocesadores del mundo– lo demuestra con resultados sorprendentes:
una de cada dos mujeres internautas estadounidenses preferiría no tener
sexo o quedarse sin televisión durante dos semanas antes que perder su
acceso a internet por el mismo tiempo.
Realizada por la
consultora Harris Interactive de manera online dentro de los Estados
Unidos entre el 18 y el 20 de noviembre, la investigación –“Internet
Reliance in Today’s Economy” (“Dependencia de internet en la economía
de hoy”)– registró la opinión de 2.119 personas mayores de 18 años. El
95% respondió algo obvio: el acceso a internet ocupa un lugar
importante en su vida.
Pero hay más números: un 65% siente que
no puede vivir sin acceso a internet y que por eso acumulan gadgets
como notebooks, pads y teléfonos con conexión WiFi para chequear mails,
navegar y chatear al paso.
Lo interesante, sin embargo, fue la
respuesta que dieron los encuestados ante la pregunta “¿elegiría
internet frente al sexo?”: un 46% de las mujeres y un 30% de los
hombres de entre 18 y 34 años dijeron que prefieren abstenerse de tener
relaciones sexuales por dos semanas antes que permanecer sin acceso a
internet por el mismo período. El porcentaje trepó al 52% en el caso de
las mujeres de entre 35 y 44 años, y al 39% en el caso de los hombres
de la misma franja etaria.
La red incluso desbancó a la
televisión: un 61% de las mujeres adultas escogerían dejar de ver tele
por 15 días antes que perder el acceso a internet por sólo una semana.
Los hombres opinan lo mismo: un 58% decidiría apretar el botón de off
en el control remoto antes que abstenerse de entrar en Gmail, YouTube o
Facebook. Es que saben, en definitiva, que desde hace tiempo se pueden
ver películas y series en la red, ya sea online o descargándolas.
Y
más. Internet barre con aquellas actividades hasta ahora consideradas
básicas para el público de una clase media más o menos acomodada.
Cuando se los motivó a calificar ciertas actividades en una escala de 1
(completamente superfluo) a 5 (no se puede vivir sin ello), el acceso a
la red obtuvo el primer lugar, por encima de la televisión por cable
(elegida sólo por el 39%), salir a cenar (20%), comprar ropa (18%) e ir
al gimnasio (10%).
Para nueve de cada diez adultos
estadounidenses (un 91%) la vida es mejor gracias a internet. Tanto en
lo afectivo (un 78% advierte que aumentó su capacidad de permanecer en
contacto con sus amigos y familiares) como –y sobre todo– en lo
económico: un 47% manifestó que son capaces de gestionar sus finanzas
mejor gracias a internet por medio de actividades tales como banco
online y pago de facturas; un 84% ahorró plata comparando precios
online y encontrando las mejores ofertas antes de inclinarse por un
producto o servicio; un 64% ahorró dinero comprando online y un 65% se
vio beneficiado con cupones, descuentos o promociones especiales de
internet.Como en todo sondeo, tanto porcentaje marea. Aun así,
esta lluvia de porcentajes ratifica una hipótesis sobre la cual pocos
internautas reflexionan: además de cambiar las formas de leer y
escribir, la red de redes alteró para siempre la manera de pensar y de
elegir prioridades
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