11/23/2004

VIVIR SIN PAREJA
El encuentro comenzará con una exposición teórica de una hora en la que les proponemos a quienes no están y a quienes están en pareja (con el alto porcentaje de separaciones cualquiera puede estar alternativamente de "uno u otro lado") una reflexión sobre la vida de los adultos sin pareja estable (voluntaria e involuntariamente).
Cambios radicales: la vida sin pareja hoy en día en relación a la vida sin pareja hace algunas décadas.
Diferencias de género: cómo valoran hombres y mujeres la vida sin pareja estable. Estar sin pareja por propia elección, en forma transitoria o, aparentemente,en forma "definitiva".
Los mandatos sociales sobre lo que significa tener una "vida plena". Cuestionamiento de algunos de estos mandatos. Cómo ha variado estadísticamente el porcentaje de adultos que viven solos.
Vivir sin pareja en el contexto de crisis del modelo de familia nuclear.La presión social para conformar una pareja. La exclusión de la que a menudo son objeto
los adultos sin pareja estable. La nueva viudez.Trabajos científicos que postulan diversas hipótesis sobre el incremento de personas de más de 60 años que viven solas (en relación a otras épocas y más allá de la extensión del promedio de vida).
Por qué los hombres de más de 60 años que viven sin pareja mueren antes (en relación a los de su misma edad que viven en pareja): los resultados de un trabajo científico sobre el tema.
Los temores más frecuentes de las mujeres entre 30 y 40 años que no tienen pareja estable. ¿Nuevas formas de relación y contención o nuevas formas de individualismo? Hombres y mujeres que deciden tener hijos sin estar en pareja. Mitos sociales en torno a la vida con y sin pareja estable. Ventajas y desventajas de la vida sin pareja estable. ¿Mejor solo/sola que mal acompañado? ¿O mejor un "peor-es-nada" antes que la "mala soledad"?
La soledad (dedicaremos un encuentro entero a este tema) y las redes de contención. La soledad en hombres y mujeres. Otras sociedades y otros momentos históricos en los que el sostén afectivo fundamental no residía en la pareja. La sexualidad en la vida de adultos sin pareja estable: qué dicen las estadísticas sobre su relación con la sexualidad de los adultos con pareja estable. La libertad en la vida de adultos sin pareja estable. Disposiciones filosóficas en la búsqueda de una nueva pareja. La vida de las mujeres sin pareja estable que enfrentan los viejos mitos. La independencia. El compromiso en hombres y mujeres. Vivir sin pareja como experiencia relativa a la
propia autonomía. La vida sin pareja y el consumo de bienes culturales:qué dicen las estadísticas, de qué reflexión filosófica pueden ser objeto. La vida sin pareja en relación a la extensión de la longevidad. De acuerdo a las estadísticas, ¿quienes gastan más dinero de acuerdo al parámetro de los que viven en pareja y de los que viven solos? Adultos sin pareja estable en otras culturas.
Una plenificación posible para la vida de adultos sin pareja estable.
Paul Virilio. Marilyn Yalom. Carol M. Anderson. Sonia Dmidjian. Susan Stewart Paula Margules. María Adela Mondelli. Bristow Wendy. Carl E. Pickhardt Fontanarrosa. Maitena. Quino. Woody Allen.
(Más abajo incluimos un par de fragmentos sobre el tema propuesto)


Incluimos unos fragmentos sobre el tema propuesto con la finalidad de ampliar la información para los que puedan estar interesados en asistir y para los que por diversos motivos no podrán hacerlo.


"En el pasado, las mujeres se casaban por otras razones: por el sustento económico, para forjar alianzas familiares, tener hijos, contrarrestar la soledad, o ser como todas las demás. En otros tiempos, también, las mujeres ostentaban el título de "esposa" como un símbolo de honorabilidad. Ser la mujer de un eclesiástico, de un panadero o de un médico anunciaba al mundo en voz alta que ella había logrado hacer realidad su destino "natural".
Esa posición hablaba de legitimidad y protección en un mundo que era proverbialmente injusto con las solteronas y, aunque la esposa no fuera feliz en su matrimonio, la alianza matrimonial era la medida de su valía como mujer. Hoy, la palabra "esposa" no expresa un mensaje tan rotundo. En primer lugar, ya no implica, como en los hogares de las clases altas y medias de otros tiempos, que el marido mantendrá a la mujer.
En segundo lugar, el matrimonio ha dejado de ser la única vía para los placeres sexuales y domésticos, pues los solteros conviven hoy más abiertamente que nunca. Finalmente, el matrimonio ni siquiera sigue siendo el paso indispensable para la maternidad; el cuarenta por ciento de los bebes norteamericanos nacen fuera del matrimonio .
Para las mujeres empresarias o profesionales de hoy, el matrimonio puede resultar un status lleno de ventajas y desventajas. A algunas les permite hacer uso de los contactos del marido, pero otras, en cambio, juzgan conveniente disimular su estado civil, en especial ante colegas y jefes que exigen una dedicación absoluta a la empresa. Cada vez más mujeres casadas optan por conservar su apellido de soltera. Con el divorcio en el horizonte para aproximadamente la mitad de las esposas norteamericanas de hoy, ¿por qué molestarse en cambiar de apellido cuando lo más probable es que se vuelva al original?
(Marilyn Yalom)


-Maestro, ¿debo casarme?
Sócrates: -Hagas lo que hagas te arrepentirás.

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